Vilna, la capital de Lituania te enamorará
Si te pierdes entre los países bálticos, pronto podrás ubicar perfectamente la capital de Lituania. Vilna es una preciosa ciudad plagada de sorpresas que te enamorarán.
Al sudeste de Lituania, entre la confluencia de los ríos Vilnia y Neris, se encuenta Vilna o Vilnius, la capital de este país báltico del que apenas hemos oído hablar. Pero a partir de ahora estará muy presente en las guías de viaje.
La ciudad de Vilna se posiciona como un pujante destino turístico ampliando así los tradicionales circuitos de capitales europeas. No todo va a ser París, Londres o Praga. La capital lituana bien merece una visita por el esfuerzo que está haciendo renovándose y llenando sus calles de propuestas culturales.
Qué ver en Vilna
Su fabuloso casco histórico ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad, por lo que puedes imaginarte la cantidad de paradas que puedes hacer en tu recorrido por esta pequeña gran capital.
Torre de Gedimias: es uno de los símbolos de la ciudad, visible desde cualquier punto. La torre es lo que queda de los restos de una fortaleza del siglo XIII ubicada sobre una colina a la que puedes acceder andando o en funicular.
Catedral: esta imponente catedral se erigió sobre un lugar de culto pagano cuando los lituanos aún adoraban al dios del trueno Perkunas. Si te atreves a bajar hasta las catacumbas, encontrarás un museo en el que te cuentan toda la historia del templo.
Museo Nacional de Lituania: está ubicado en un precioso palacio del siglo XV y su discurso expositivo te lleva a conocer el país que visitas desde el siglo XIII hasta la II Guerra Mundial.
Museo del Ámbar: si te estás preguntando qué compras hacer en tu viaje, aquí lo tienes. El llamado "oro del Báltico" tiene en Vilna un museo en su honor.
Casa Museo de Kazys Varnelis: es la casa museo de un pintor local que destaca por sus colecciones de pinturas, mapas y libros. Te sorprenderá encontrarte con alguna obra de Goya y de Durero.
El barrio judío de Vilna
A Vilna se le llama la "Jerusalén del norte" por la importancia que tuvo su barrio judío, luego masacrado durante la II Guerra Mundial. El recuerdo del Holocausto pervive entre las ruinas de la Gran Sinagoga y el halo de destrucción se palpa entre sus calles.
Puedes visitar el Museo del Holocausto, también conocido como la Casa Verde o el Museo de la Víctimas del Genocidio, situado en un antiguo cuartel de la Gestapo, en el que puedes acceder, si quieres, a las mazmorras.
Uzupis, el barrio alternativo de Vilna
Para quitarte el mar sabor de boca que dejan las huellas de la guerra, puedes ir hasta Uzupis, el barrio alternativo de Vilna. Un lugar bohemio y lleno de alegría que se autoproclamó República. Una República muy particular.
La República de Uzupis tiene su propio pasaporte y hasta una constitución en la que uno de los derechos fundamentales es que los perros y los gatos pueden portarse como quieran. Y el ejército de la República está compuesto por artistas. ¿Qué te parece? Estás en el barrio perfecto para disfrutar de todo lo que Vilna tiene que ofrecer.